Es la página Cultural del Pentathlón Deportivo Militarizado Universitario, zona Jalisco. PATRIA HONOR FUERZA
martes, 23 de noviembre de 2010
José Antonio Primo de Rivera, 1936-2010.
¡NOS HA LEGADO A SÍ MISMO!
Se cumple un nuevo aniversario del fusilamiento de José Antonio en Alicante. Un 20 de noviembre de 1936, treinta y nueve años antes de que muriera Francisco Franco, moría víctima de aquellos que quieren segar el aviso y la conciencia.
Mas, pese al tiempo transcurrido, la voz de José Antonio sigue resonando en los ecos de la Política (con mayúscula). Y hoy, más que ayer si cabe, la figura de ese joven iluminado —no iluminista, ni alumbrado en el sentido usual de desviacionismo religioso— se yergue como un titán del siglo XX. Lástima que los jóvenes todos no relean sus textos. Lástima que no hayan aprendido muchos del sacrificio de su vida y de aquellas hermosas frases suyas del testamento…
¿No tienen vigencia expresiones como ésta?: “Las naciones no son contratos, rescindibles por la voluntad de quienes los otorgan: son fundaciones, con sustantividad propia, no dependientes de la voluntad de muchos ni pocos”.
Esas afirmaciones de hondura intelectual y veracidad política e histórica tienen hoy vigencia. Quizá más que nunca. José Antonio intuyó esos valores y trató de encauzarlos en una doctrina que sirvió, tras el Alzamiento del 18 de Julio de 1936, para nutrir el Nuevo Estado de Franco, el Movimiento Nacional, hoy tan denostado como imprendido por unos y otros. Se ha dicho que Franco nutrió su régimen con la doctrina de Vázquez de Mella y otros pensadores del tradicionalismo español (Víctor Pradera, Ramiro de Maeztu, Donoso Cortés, etcétera) y hay una parte de razón, porque muchos de ellos se vinculaban e identificaban con el idealismo de José Antonio; pero, socialmente, la médula moderna está en el Fundador, y de ahí se alimentó toda la ideología del Movimiento antes del inevitable desgaste, acoso y torpedeamiento de los años 60.
Más todavía. El ideario joseantoniano, porque el hombre o el profeta se impuso incluso al partido fundado con otros dos grandes hombres españoles, como fueron Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, permanece, revive en nuestros días. No ya por ser intemporal o permanente, sino porque las circunstancias han vuelto a actualizarlo, al darse los mismos condicionamientos político-sociales con este neoliberalismo y socialdemocracia dominantes.
Y no sólo en España. La figura de José Antonio, aunque se la quiera borrar más con el silencio que con la desfiguración o la invectiva, se proyecta en todo el mundo. Si hubiera medios de comunicación que se opusieran a esas internacionales liberales e izquierdistas que los dominan, la luz del Fundador irradiaría esperanza a un mundo donde han vuelto las ideas caducas y los viejos resabios y emplastos políticos, como un reactivo contra ellos.
Arnaud Imatz, en un documentadísimo y exhaustivo estudio (“José Antonio et la Phalange Espagnole”, Albatros, París, 1981) concluye su obra con estas palabras: “Además, para todos aquellos que rehúyen ver o admitir la grandeza de su alma, y piden todavía y siempre «pero ¿qué ha legado verdaderamente José Antonio?», nosotros no dejaremos de repetir las palabras de Unamuno: «El nos ha legado a sí mismo, ¡y un hombre, un hombre vivo y eterno, vale por todas las teorías y filosofías!»”
(Editorial de “Fuerza Nueva” nº 925, año XX, del 8 al 22 de noviembre de 1986)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Arriba España!
ResponderEliminarHasta donde la quiso José Antonio.