Literarias
YO PLAGIO, TÚ PLAGIAS…
Si el lector quiere encontrar una diversión sencilla y barata, le vamos a aconsejar una experiencia. Por unos pocos pesos compre la edición de “Sobre héroes y tumbas” de Ernesto Sábato y ábrala en la página 185. Ponga entonces al lado el tomo de Leonardo Castellani de la “Biblioteca del pensamiento nacionalista”, abierto en la página 194. Encontrará el capítulo “Los grandes literatos perciben el fenómeno de lo demoníaco”.
¿Listo? Ahora comience a leer el libro de Sábato. Verá que habla allí un sacerdote, Rinaldini, que es figura literaria de Castellani. Conversa con el protagonista de la novela sobre Borges y dice: “Lo que no tolero son sus divertimentos filosóficos, aunque sería mejor decir seudofilosóficos. Es un escritor ingenioso, seudificador. O, como dicen los ingleses, sofisticado”.
Busque entonces en el artículo de Castellani y encontrará este plagio: “El análisis de cualquiera de los divertimentos filosóficos de Borges…” al que describe, unas líneas más arriba, como “un escritor ingenioso, verbalista y pseudificador; o, como dicen los ingleses, sofisticado”.
Más adelante, Sábado escribe que, en “La biblioteca de Babel”, Borges “sofistica con el concepto de infinito, que confunde con el de indefinido. Una distinción elemental, está en cualquier tratadito desde hace veinticinco siglos”. Y en Castellani encontramos que en “La Biblioteca de Babel” Borges “sofistica con el concepto de infinito que confunde con indefinido… Es esta una distinción elemental que está en todos los manuales desde hace veinticinco siglos”.
Y así se puede continuar con este entretenido cotejo, muy apto para una mañana de frío, ya que estamos en temporada invernal. Hay cinco o seis largos párrafos casi idénticos en uno y otro libro. Y como el libro de Sábato es de 1961 y el de Castellani de 1976… Y como es notorio que Castellani no sabía nada de filosofía y Sábato mucho…
¿A ver? Ah, aquí aparece un pequeño detalle: el mismo libro de Castellani nos remite a un artículo publicado en “Dinámica Social” en abril de 1956, cinco años antes de la aparición de “Sobre héroes y tumbas”. Entonces, el que plagió…
Aníbal D'Ángelo Rodríguez
PATRIA HONOR FUERZA
PATRIA HONOR FUERZA
No entiendo qué tiene que ver esto con el plagio. Está claro que el cura de la novela "es" Castellani con otro nombre; que Sábato ponga en su boca palabras que Castellani escribió no es plagio sino más bien fidelidad - quizás también una forma de servilismo o de torpeza literaria, pero ese es otro asunto.
ResponderEliminarY en todo caso, tratándose de quienes se trata, esto me parece ver la paja en el ojo ajeno y olvidarse de la viga en el propio.